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Doctorante Ricardo Rico Guzmán

Institución Educativa Departamental Betulia

Tena- Cundinamarca-Colombia

Artículo de Reflexión

Discernir sobre el ejercicio docente en territorio, implica reconocer que la labor docente desde lo pedagógico ha venido mutando, como lo hizo el virus que ocasionó la última pandemia. El docente, en su ejercicio diario en el aula, se ha visto enfrentado a nuevas exigencias que parten de la dinámica de la sociedad, con llevando a que cuestione el sentido de su actividad; de esta manera, el docente está invitado a evaluarse, ajustarse a reconstruirse, para lograr estar al ritmo de una sociedad que así lo hace; de no hacerlo, se convertirá en un ‘adorno’ del sistema educativo, que tan solo propende por realizar lo mínimo, para considerar su existir dentro de la comunidad educativa.

Quizás, un de los sentimientos que más surge en el docente, ha sido la ‘angustia’, que en el mejor de casos se mantiene, cuando todavía la ética profesional sigue vigente, cuando todavía el docente no ha entrado en un estado de ‘impotarculismo’ que lo lleve a realizar lo mínimo de su labor; así, que ese estado de emotividad nace por la impotencia ante no saber que hacer para devolverle a su educando  el interés por aprender…es cuando en medio de pasillos y conversaciones acompañadas con un café… escuchamos… ¡Ya no sé qué hacer…!.

A partir de lo anterior, podemos conjeturar que esto se da por la decadencia en el ejercicio docente; donde, se comienza con el olvido del sentido que tiene la planificación, como uno de los ejes que permite el desarrollo propicio de una clase; pero, a un más, cuando se olvida que no se debe pensar en dar lecciones o “enseñar”, si no el lograr crear verdaderas situaciones de aprendizaje (Cassany, 2021).

Así mismo, al surgir esta desmotivación en el docente, fácilmente se evidencia en su quehacer y será transmitida a su aprendiz; algunos dirán que es casi inevitable ante la frustración y el fracaso al pretender cambiar las conductas de niños, de adolescentes y hasta de acudientes, que poco (no todos) les importa la educación como un medio para cambiar su condición de vida; es por esto, que un docente cuando logra ser motivador, contagia entusiasmo por su clase, reconociendo el potencial (que todos tienen) de sus discentes al escucharlos, entenderlos y aceptarlos; logrando espacios de conversación sobre la materia u otros temas que permitan adaptar el currículum a cada grupo de estudiantes, para conectar con sus intereses e incrementar su motivación (Cassany, 2021).

De esta manera, surge la necesidad de construir aulas cooperativas que permitan una transición de lo individual a lo cooperativo, buscando un entorno de aprendizaje en equipo; para ello, también se debe luchar con el hecho de ‘hacerse entender’, pues, de que sirve poseer tanto conocimiento y no poderlo trasmitir, cuando el problema está en el uso del lenguaje, así, el hecho de saber comunicar se hace relevante para lograr que el educando se haga participe de una situación de aprendizaje.

Por otro lado, surge un nuevo “enemigo”, pareciera que la incorporación de la tecnología en el aula ha sido el mayor problema (no para todos afortunadamente), ya que, se ha caído en la prohibición como la solución; como lo diría Cassany (2021) al afirmar que “hay que usar en el aula las mismas herramientas que en la calle, en el trabajo o en casa. Es absurdo prohibirlas…pero está claro que hay que enseñar al aprendiz utilizarlas, por que funcionan de modo diferente en el contexto académico que en el ocio” (p.104).  

Es de aclarar, que existen más factores que inciden en que el docente de hoy se vea abocado al ejercicio docente, desde una perspectiva poco alentadora, no obstante, se hace necesario reflexionar sobre esto, para ratificar que el docente en la actualidad necesita estar en un proceso de reconstrucción, que le permita estar a la altura de las exigencia de la sociedad a la que pertenece, manteniendo el sentido ético de su profesión y así, hacer de su vocación un estilo de vida que logre tener un sentido personal y social.   

De esta manera, se descubre que, para lograr el propósito de ser orientador de procesos y espacios significativos de aprendizaje, se hace pertinente la constante lectura sobre pedagogía, pues, a veces se cree que “todo se sabe”, surgiendo preguntas hacia el docente como: ¿cuándo fue la última vez que leíste sobre pedagogía?, ¿cuál autor te ha hecho reflexionar sobre tus practicas docentes?, ¿cuál te ha dado idea de cómo mejorar tus prácticas en el aula? o ¿simplemente lo has hecho para alcanzar un título que te permita mejorar tu condición económica?; de esta manera, sentimientos de angustia, frustración y enojo, se irán alejando en la medida que el cambio se dé en los proceso de aprendizaje del docente, logrando que día a día incorpore, ajuste y construya nuevas formas de aprender y enseñar; pareciera que reevaluar los procesos de metacognición del docente y educando, sean el camino de lograr un cambio hacia un contexto de aprendizaje que mantenga el entusiasmo por enseñar y aprender…logrando devolver la importancia a la parte administrativa del proceso educativo (planificación, evaluación, búsqueda de información, actualización, construcción del currículum, etc.) y que sin ella, el docente no lograría un verdadero cambio en los procesos de enseñanza-aprendizaje.   

Por consiguiente, lograr que los “enemigos” se conviertan en “amigos”, como lo es el  hacer de la tecnología una herramienta que facilite y no ‘complique’ los procesos sería uno de los objetivos; pero ello implica el desarrollo de competencias docentes, que estén a la altura y sea el instrumento, para auspiciar ambientes más significativos para aprender y no para pensar en seguir aislando el educando del uso de herramientas que ya son cotidianas, tanto, para la comunicación como para el desempeño laboral; por ende, al combinar todo esto, se podría decir que se conseguiría paulatinamente un cambio de mentalidad, que propicie el cambio de actitud en el docente y en consecuencia en el discente, para que el quehacer docente parta de una motivación que le logre dar sentido a su ejercicio en el territorio.

Referencias

Cassany, D. (2021). El Arte de dar clase. Anagrama.

Facebooker. (s.f.). Consolidar los eventos históricos de la pedagogía a través de una línea de tiempo [imagen]. https://www.timetoast.com/timelines/consolidar-los-eventos-historicos-de-la-pedagogia-a-traves-de-una-linea-de-tiempo-adf1a6a8-6fb8-4eb9-9bc0-f65ab9e64a1b

Freepik. (s.f.). Profesor desperado [imagen]. https://www.freepik.es/fotos-premium/profesor-desesperado_4503603.htm


¿Un mito o una Posibilidad?

“No levantes la voz…mejora tu argumento.”

Desmond Tutu

En el presente texto, se pretende discernir sobre como el acto de la escritura argumentativa en la población rural juvenil, se ha convertido en uno de los grandes retos del docente rural; es así, que se debe luchar contra las brechas tecnológicas, económicas, religiosas, con la idiosincrasia de las familias, en fin….la diversidad cultural que logra influenciar los comportamientos de ésta población, que está en crecimiento y en constante formación; de esta manera, orientar la construcción de un pensamiento crítico en el contexto rural, se convierte en el escenario propicio, para desarrollar una estrategia pedagógica en caminada a identificar la estrategia más pertinente para este tipo de población.

Es así, que la formación en el acto de escribir (y más desde lo argumentativo) logra trascender y poner a prueba las capacidades docentes,  a partir de esto, podría afirmar que la producción escrita en la población rural juvenil, está siendo limitada por los paradigmas del docente y los de la institucionalidad, quienes fijan (desde los estándares académicos y los Derechos Básicos de Aprendizaje dados por el Ministerio de Educación), los contenidos, estrategias, principios orientadores; bajo los cuales deben ser formados los educandos en los diferentes niveles académicos a nivel nacional.

Es así como, lo primero que debemos analizar, es como al enmarcar y enmarcar al educando en reglas y más reglas alrededor de la producción escrita, sacudiendo su interés por dar a conocer su pensamiento, haciendo de la escritura toda una ‘tortura’. Porque no pensar, en romper los límites gramaticales, tendríamos más y más escritores. Todo esto, no quiere decir que no se merezca rescatar la estructuralidad de la lengua, pero si permitirle al aprendiz, la libertad de escribir (en sus inicios) sin prejuicios lingüísticos (Rico, 2017a, párr. 2). Teniendo en cuenta lo anterior, me permito proponer, que uno de los primeros limitantes para lograr que se dé la producción escrita (y desde lo argumentativo) en la población rural, son las mismas reglas lingüísticas propias de la lengua orientadas por el docente, que olvida que el primer paso sería devolver la confianza y libertad de la expresión (oral y escrita) con la naturalidad innata que posee todo ser, para luego, ser moldeada por directrices (por que no pensar en una estrategia que se ajuste a las condiciones propias de la ruralidad)  que formen su estructura y contenido de una manera progresiva y así, desaparezcan los miedos por dar a conocer su punto de vista frente al mundo que los rodea; mostrando esa manera ‘única’ que tiene todo educando al ver e interpretar su realidad.

Así mismo, me atrevo a afirmar que la institucionalidad (entendida como la organización económica, las estructuras sociales y educativas nacionales) ha ejercido gran influencia, en la manera como se permite la expresión (desde su formación y difusión), de esta manera,  se hace evidente que el sistema económico de (acuerdo al nivel social) facilita el acceso a niveles educativos de calidad y por ende, el hecho de escribir podría considerarse un acto elitista, han sido pocos los humildes los que han luchado por dejar en las letras sus ideas(…). Ahora bien, los profesionales de hoy se ven en la necesidad de ingresar a círculos de investigación, ¡esto no es que esté mal!, pero hasta el querer descubrir nuevas cosas, se ven envueltas en el manejo complicado de la producción de textos científicos así, éste tipo de escritura, termina siendo la manera de ratificar lo difícil de escribir, en un mundo donde poco se lee y no se cree en la importancia de la escritura en los sectores más pobres de la sociedad (Rico, 2017b, párr. 4,5).

Es por esto, que puedo determinar que la influencia que generan las instituciones en la implementación de las políticas educativas y en el gran aumento de las brechas sociales, no facilita la formación del educando en la producción de texto argumentativo, pues tiende a limitar sus posibilidades, para comprenderlo y utilizarlo, ya que, pareciera que el poder acceder a una educación que le permita aportar desde la escritura a la comprensión e interpretación de la realidad, es cada vez más lejana si no se cuenta con los recursos o con el factor humano más idóneo; esto me cuestiona…y me genera el de nuevo el interrogante ¿se podría generar una estrategia que permitiera la formación en producción de texto argumentativo con la población juvenil en la ruralidad?, permitiendo reducir las brechas educativas y aportar a la académica y a la construcción de sociedad.

Si…retomo lo anterior, podría decir que recae en gran medida, el hacer posible estos cambios, en el compromiso docente, aunque parece algo ‘mítico’, creer que desde el aula se puede aportar, para que el discente logre aprender a fijar un punto de vista crítico, sin sentirse preso de la normatividad lingüística y académica, a pesar de las deficiencias del sistema educativo y de las desigualdades (en todos los sentidos) que marcan la existencia de la población rural; como lo diría  Ciro Páez (s.f.) citado por Revista Académica U.C.P.R. (s.f.,p.56) quién en su texto “Leer y Escribir” sugiere lo siguiente: “Un maestro de escritura debe desempeñar para sus estudiantes el rol de la necesidad. Enfrentándolos a limitaciones arbitrarias, reduciendo para ellos el campo de lo posible, no los anula, antes bien, crea las posibilidades para que sus fuerzas se concentren y obren en las mejores condiciones posibles.”

Por otro lado, se hace necesario darle la relevancia al ejercicio de la lectura, pues, al hablar de producción argumentativa, implica que los entes (educativos, estatales) que hacen parte del proceso educativo, propendan por el fomento de la lectura y escritura al mismo nivel; los beneficios del acto de leer son indiscutibles, pero se ve afectado por la misma carencia de hábitos en familia y comunidad, donde no se ha generado el ejemplo y el fomento de la lectura como un soporte al proceso educativo.

Tras el análisis realizado durante el desarrollo del documento, se pudo ilustrar que la tesis propuesta en el inicio (la producción escrita en la población rural juvenil, está siendo limitada por los paradigmas del docente y los de la institucionalidad), establece con veracidad la temática a discutir y estando soportada,  desde las concepciones teóricas seleccionadas, me permite ratificar que factores como la rigurosidad con  la gramática, la ortografía, los tecnicismos, alejan al educando de la posibilidad de escribir y mostrar su punto de vista; por consiguiente, al dar libertad (guiada por una estrategia acorde al contexto y ritmos propios de aprendizaje) se podría no solo mejorar la producción argumentativa, si no llevarlos con progresiva a la construcción de documentos argumentativos de un nivel superior.

Por lo tanto, ratifico la necesidad que tiene la escuela y el aula, al contar con un docente dispuesto a adoptar posturas más abiertas al cambio, en la orientación de procesos escriturales argumentativos con la población rural, puesto que sus características culturales, obligan al educador en el  redireccionamiento de los procesos en la producción de texto argumentativo, casi que generando la necesidad investigativa constante alrededor de este tema y lograr trascender en el campo de la argumentación con la población rural juvenil.

 Referencias

Rico, R.G. (1 de junio de 2017). ¿Vale la Pena Escribir?. Reddolac (Red de docentes de américa Latina y el Caribe. [Entrada de Blog]. https://reddolac.org/profiles/blogs/vale-la-pena-escribir

Revista Académica e Institucional de la U.C.P.R. (2003). Escribir…¿Para qué?. [En línea] Retomado de: http://temporal.ucp.edu.co/paginas/terminadas/REVISTA%2066.pdf

Revista Latinoamérica de Comunicación Chasqui. (2005). Páginas de grandes periodistas. [En línea] Retomado de: https://dialnet.unirioja.es/servlet/revista?codigo=6192


“Conocimientos puede tenerlos cualquiera, pero el arte de pensar es el regalo más escaso de la naturaleza.”

REY FEDERICO II-EL GRANDE

Discernir, sobre la aprehensión del conocimiento, es ahondar es cuestionamientos que convergen en la manera de cómo surge el saber, en la manera de cómo cada individuo termina apropiándose de los conceptos, que identifican una realidad y que han sido prestablecidos (como resultado de un constructo que construye un tejido social) por el entorno al cual hace parte; de esta manera, afirmar que el conocimiento tiende hacer el resultado de la implementación de una pedagogía que subyace en el ser, donde la razón es el elemento integrador con su contexto, para transformar su realidad; es así, que la sociedad se hace responsable de la manera como se da el aprendizaje y que ciencias surgen a partir de él.

De esta forma, el profundizar en ¿qué es el conocimiento?, ¿cómo es posible?, nos remite a comprender ¿cuáles serían los principales aportes desde la gnoseología?, nos invita a reflexionar sobre ¿de que manera el conocimiento que actualmente se imparte en las escuelas entra en la categoría de tesis gnoseológicas? y, por consiguiente, nos lleva a cuestionar ¿si el paradigma actual educativo es el más adecuado para nuestro país?; es por esto, que también trataremos desde los preceptos pedagógicos y científicos, establecer como la relación sujeto-objeto, sigue siendo el ente articulador  de los procesos de construcción de conocimiento.

Es así como, podemos partir de que el conocimiento es el reflejo de la percepción de la realidad, éste ha sido constituido por ese proceso de raciocinio, que el ser humano ha logrado con su evolución; es decir, el ser se vuelve el resultado de su autorrealización en el transcurso de la historia, como una forma radical del proceso epistemológico que se genera desde lo social (Habermas, citado por Ochoa, 2008), dicho de otra manera, el constructo del conocimiento (visto desde la educación)  desde sus inicios (y me atrevería decir que aún) sigue pasando de lo empírico a lo científico como una transición cíclica que hace parte del proceso de construcción de una educación colectiva.

De esta manera, se comienzan a entremezclar las diferentes percepciones de cómo el conocimiento surge, como una capacidad propia del ser. Desde la percepción de la razón, solo se hace valido el conocimiento a partir de la necesidad y universalidad, donde los juicios tienden a ser lógicos desde la necesidades, siendo validos de manera universal, así mismo, se presenta el empirismo, que solo sustenta la posibilidad de conocimiento a partir de la experiencia, donde no tiene cavidad la posibilidad de la existencia de conocimientos previos, como resultante de la evolución del pensamiento y para equipar, entre otras tendencias que buscaron mediar estaría el intelectualismo, que propone la articulación entre la razón y la experiencia constituyendo la base del conocimiento (García, s.f.).

A partir de lo anterior, nos abre el camino para reflexionar sobre los aportes que realiza la gnoseología a esta comprensión de lo que conocemos como ´conocimiento´, es así, que por que no analizar los entes que intervienen en ese proceso de aprendizaje del ser humano y que se han constituido durante el proceso de comprensión de cómo se da el conocimiento.

Así pues, la educación es vista como la consecuencia de la adaptación del individuo al su contexto o como la manera que tiene el adulto para preparar al niño a su entorno (desde su participación en la estructura social o al ambiente particular al que pertenece) al transcurrir por etapas físicas, intelectuales y morales, (Piaget y Durkheim, citado por Palop, 1981). Hecha esta aclaración de cómo es vista la educación, se puede percibir que el conocimiento surge y se transforma durante el tiempo que el ser mantiene su conexión con el entorno, a su vez, siendo estructurado por eso proceso de construcción colectiva, donde el conocimiento está siendo legado a cada generación, para seguir su proceso de transformación social.

Prosigamos nuestro análisis, ahora desde la perspectiva de la pedagogía, como lo diría Palop (1981):

 “la función de la pedagogía no es ya el establecimiento de ciertas verdades pedagógicas parciales obtenidas mediante la experimentación pues tales verdades parciales son el cometido de las ciencias si no analizar dichas verdades y todas aquellas Ideas que, tanto la experimentación pedagógica como el ejercicio mismo de la docencia, van constantemente generando, enriqueciendo su ámbito siempre con nuevas determinaciones…La misión de la pedagogía es claramente totalizadora y crítica. Su tarea genuina es la de cotejar las diferentes determinaciones que, a través de la investigación y la práctica educacional, van cobrando las Ideas sobre Educación” (p.28)

A partir de lo anterior, podemos ver como desde la función misma de la pedagogía, como una disciplina que no hace más que pasar del empirismo a una serie de procesos más científicos el quehacer propio de la construcción del conocimiento, así, formaliza el estudio alrededor de la educación, permitiendo reconocer las diversas formas de cómo el conocimiento es construido, transformado y socializado, dentro de un determinado contexto social.

Dicho lo anterior, podemos dar respuesta al interrogante… ¿de que manera el conocimiento que actualmente imparten las escuelas entra en la categoría de tesis gnoseológicas?, para esto podemos decir que las escuelas de hoy (en Colombia), están ceñidas a los parámetros nacionales del ministerio de educación, donde de una u otra forma, toda la planeación de la educación que se generaliza para la nación, no deja de tener en cuenta los principios gnoseológicos (desde la concepción de pedagogía, educación y ciencia) pues, el estado fija los criterios educativos (estándares básicos de aprendizaje, derechos básicos de aprendizaje, sistema de evaluación)  educativos a seguir, pero quien realmente establece las condiciones para estudiar el proceso de aprehensión de conocimiento en el aula es el maestro, así pues, el proceso “científico” por decirlo de  alguna manera, desde la implementación de una pedagogía acorde a las condiciones del educando, solo las establece, ajusta y evalúa el docente, ese mismo que realmente constituye el ejercicio educativo en la región y representa el proceso real de aprendizaje.

Ahora bien, establecer si las tesis gnoseológicas, se dan de la misma manera en todo el territorio, se podría decir que se realiza desde el cumplimiento de las directrices ministeriales, pero si la calidad de educación difiere por las brechas económicas que no dejan de estar marcadas en cada grupo social colombiano; mostrando la posibilidad real que los que terminan recibiendo la mejor educación, son aquellos que pertenecen a las mejores familias, se podría decir que se difiere en la manera cómo se debe estudiar, en cómo se brindan las condiciones para la aprehensión del conocimiento, es por esto, que identificar la manera como el conocimiento surge desde la globalidad de las regiones propios del país, estaría supeditado a que el docente siga siendo el regente de los principios pedagógicos, para determinar como el discentes es capaz de reconocer la verdad (desde la interpretación de su realidad) a partir de  la necesaria relación del sujeto y objeto, siendo los ejes centrales del proceso para que se dé el conocimiento en el aula.

Lo anterior, lo podemos esclarecer a partir de lo propuesto por Nava (2017):

 “El problema del conocimiento surge cuando el sujeto pretende establecer la relación de
discernimiento con el objeto, debido a que ambos (el sujeto cognoscente y el objeto por
conocer) se encuentran en mundos diferentes, distintos, y hasta contrarios: el sujeto
cognoscente es el alma humana, su psique, pensamiento, razón, mente, etc.; y, por lo mismo, se encuentra en la esfera psicológica. En cambio, el objeto por conocer es la realidad (que puede ser material o inmaterial), pertenece a la esfera ontológica.” (p.8).

Teniendo en cuenta lo anterior, nos queda claro que el docente desde su quehacer, debe como un ejercicio casi científico, identificar las condiciones (desde lo ambiental, físico, instrumental, cognitivo) que propicien la mejor manera de acercamiento al conocimiento, entre el educando y su realidad, por consiguiente; desde lo que encierra los aspectos pedagógicos a considerar (aquellas condiciones a establecer como ritmos de aprendizaje, estrategias evaluativas, planeación previa y actualización docente, entre otros) y que hacen parte de ese estudio de aula, que permite reconocer la inquebrantable relación entre objeto y sujeto, como elementos necesario para propiciar y transformar conocimiento, logrando no solo la contextualización de los saberes, si no también, esa transferencia autónoma del conocimiento que se debe propiciar en el discente. 

Hay que mencionar, además, que todo lo que se ha analizado nos lleva a evaluar, si los paradigmas actuales en la educación (para efectos en Colombia) se ajustan a su realidad, pues, casi siempre fueron creados desde perspectivas y contextos muy divergentes a los que se implementan; esto hace, que en un país se concentre un sinnúmero de paradigmas que de una u otra manera, se presumen como los más propicios, para cumplir con las necesidades educativas.

Es por esto, que en Colombia hablar de si el paradigma educativo es el más acorde, depende de algunas variables, como ¿qué se implementa en la educación pública y qué se da en la educación privada?, atendiendo a esto, podremos reconocer algunos escenarios para ser discutidos.

En los inicios de la educación colombiana, se heredó la educación escolástica como consecuencia de los procesos de conquista, colonización y república; de ahí, que en los comienzos se intento copiar prácticas que se presumían eran las más pertinente para los educandos. Posteriormente, se implementó un modelo conductista cognoscitivo que predisponía la actividad docente, desde la reacción del estudiante a partir de estímulos.

Habría que decir, que en la mayoría de las instituciones públicas durante los S. XIX y XX, se enmarco en la educación tradicional, no obstante, las instituciones públicas del hoy, crearon un hibrido entre lo tradicional y algún paradigma considerado innovador, es decir, el maestro opta, por proponer una fusión pedagógica que considere la más acorde a las condiciones de sus estudiantes, para intentar la aproximación al conocimiento.

Así mismo, otro escenario a considerar es la estructura pedagógica de la educación privada, quienes por su condición económica y social (estructuración familiar), sí han logrado implementar propuestas innovadoras, para quienes pueden pagar éste tipo de servicio educativo, por consiguiente, parte de la educación del país tiende a ser delimitada por la condición económica del educando.

De esta manera, determinar si el paradigma educativo es el más pertinente, se hace relativa su respuesta, pues no se puede decir que las instituciones públicas tengan de manera homogénea una concepción de paradigma general para todo el país, ni tampoco las instituciones privadas lo tiene consolidado; la misma libertad que otorga la legislación a cada institución, al proponer una independencia del currículo, ajustado a su contexto; situación que hace la diferencia en la construcción de los Proyectos Educativos Institucionales (PEI) que plantean el paradigma que se considera cubre las necesidades de la institución.

Quizás la pregunta que nos queda, sería ¿el docente está preparado para reconocer el mejor paradigma para su grupo de estudiantes?

Tras el análisis, podemos deducir que la tesis propuesta (el conocimiento tiende hacer el resultado de la implementación de una pedagogía que subyace en el ser, donde la razón es el elemento integrador con su contexto, para transformar su realidad) se ratifica por medio de la argumentación presentada, ya que, el análisis realizado, permite consolidar que la pedagogía que el mismo ser genera (desde un aprendizaje autónomo y luego guiado) y la que recibe durante cada etapa de su vida; facilita la aprehensión del conocimiento, todo esto articulado desde la razón, como el producto evolutivo de la autorrealización que se da a través de la historia.

De igual manera, se hace relevante concluir que, la idea de educación concebida desde la gnoseología, pretende estudiar la manera como se da el conocimiento de manera general, no obstante, sin apartarse de la influencia que generar los diferentes métodos pedagógicos, para lograr que el individuo interprete su realidad.

Es por esto, que la educación y la pedagogía de hoy, sigue partiendo de la relación necesaria entre sujeto y objeto, pues ¿cómo se daría el conocimiento?, si desde la razón del ser no surge la necesidad de interpretar y transformar su entorno.

En definitiva, el poder establecer la pertinencia de un paradigma para un país, depende en gran medida de su contexto social, donde las condiciones políticas, económicas y culturales, recrean las condiciones pedagógicas que identifican la idiosincrasia de un pueblo; es por esto, que para el caso colombiano, se hace difícil establecer el paradigma particular, para la educación pública y privada, que claramente esta enmarcada dentro de las posibilidades económicas; así mismo, deja entrever que el reto está para el docente, que es quien realmente determina cuál paradigma, podría suplir las necesidades educativas de su comunidad.

Referencias

El Informador. (4 de julio de 2011). Los Paradigmas de la Educación Colombiana. https://www.elinformador.com.co/index.php/component/content/article/20231-los-paradigmas-en-la-educacion-colombiana

Fede Mana. (11 de octubre de 2020). ¿Qué es la gnoseología?. [Vídeo]. https://www.youtube.com/watch?v=2ElzTxx_b8U&ab_channel=FedeMana

García, A.I. (s.f.). El Origen del Conocimiento. http://ri.uaemex.mx/bitstream/handle/20.500.11799/70342/secme-1623_2.pdf?sequence=2

Ochoa, T.S. (2008). El Nuevo Estatuto de la Razón Comprensiva. Habermas: Conocimientos e Interés. http://serbal.pntic.mec.es/~cmunoz11/ochoa55.pdf

Palop, P. (1981). Gnoseología y Educación Sobre el Estatuto Gnoseológico de la Pedagogía. http://ibdigital.uib.es/greenstone/collect/educacio/index/assoc/Educacio/_i_Cultu/ra_1981v/2p013.dir/Educacio_i_Cultura_1981v2p013.pdf


RESUMEN

Resumen

El presente artículo, pretende generar una reflexión frente a las practicas pedagógicas que surgen en la ruralidad, en medio de una crisis sanitaria, como lo es la pandemia surgida por el Covid19. De esta manera, se propone una propuesta pedagógica cíclica (construida a partir de una ‘Propuesta Pedagógica Transicional’ previamente puesta en práctica y dada a conocer en el sitio web personal) donde se parte del mejoramiento de los canales de comunicación (alfabetización digital) y refuerzo del proceso de metacognición y de tres mecanismos (feedback, status del educando, motivación) que soportados en material teórico consultado sobre la ‘Sociedad del Conocimiento’ y otras fuentes, permite analizar que el aprendizaje autónomo es posible ajustando y ampliando  las practicas educativas, no solo al educando sino también a su cuidador,  permitido la implementación de nuevas tecnologías y practicas pedagógicas que logra una actualización no solo de contenidos si no de la didáctica en a ruralidad.

Palabras clave:

Didáctica, educación, pedagogía, propuesta pedagógica, ruralidad.

ABSTRACT

This article aims to generate a reflection on the pedagogical practices that arise in rural areas, in the midst of a health crisis, such as the pandemic that arose from Covid19. In this way, a cyclical pedagogical proposal is proposed (built from a ‘Transitional Pedagogical Proposal’ previously put into practice and made known on the personal website) where it starts from the improvement of communication channels (digital literacy) and reinforcement of the metacognition process and three mechanisms (feedback, status of the learner, motivation) that, supported by theoretical material consulted on the ‘Knowledge Society’ and other sources, allow to analyze that autonomous learning is possible by adjusting and expanding educational practices, not only to the student but also to their caregiver, allowing the implementation of new technologies and pedagogical practices that achieves an update not only of content but also of didactics in rural areas.

Keywords:

Didactics, education, pedagogy, pedagogical proposal, rurality.

Hablar de las practicas pedagógicas aplicadas desde la provincia, implica iniciar con una breve descripción de su entorno, es así, que el presente artículo centro su análisis pedagógico, desde el trabajo realizado en la asignatura de español en los grados novenos, decimos y undécimos de la IED BETULIA ubicada en el municipio de Tena a 66 km de Bogotá. Dicho centro educativo caracterizado por una población de estrato 1,2,3 con familias disfuncionales y flotantes, quienes en su mayoría realizan actividades agrícolas y de comercio y con una mínima población con dificultades de aprendizaje y en extra edad para el grado que cursan. Esta es la población objeto de estudio y de la cual disertaremos en lo que ha sido la construcción de un saber provincial, en medio de una crisis sanitaria y económica que ha logrado afectar al país y a toda la humanidad.

En primer lugar, se hizo pertinente mejorar los canales de comunicación previamente organizados desde la asignatura, de esta manera, se inició con la confirmación de números telefónicos de cada estudiante en cada grado y los de los padres (en el grado noveno como asesor y de los casos de difícil manejo) garantizando que los grupos de WhatsApp (organizados desde enero del 2020) funcionaran a cabalidad durante todo el proceso, así mismo, la asignatura empleo la plataforma Edmodo (con los estudiantes que contaban con conectividad) el correo electrónico y como última herramienta los grupos de Facebook, que posteriormente se considero la estrategia institucional, ya que, lograba una cobertura con la mayoría de estudiantes y padres; siendo una aplicación de fácil uso y en donde se podría mantener un registro de actividades (envió, recepción y observaciones) disponible en tiempo real, mejorando la comunicación sincrónica.

En segundo lugar, el seguimiento a los procesos de aprendizaje se da a partir de varios mecanismos, el primero de ellos fue el ‘feedback’; fue importante y ha sido el generar conciencia en el educando en que cada actividad presentada requería una retroalimentación y una nueva presentación de la actividad, mostrando interés en superar las dificultades presentadas, de esa manera, se buscaba reducir la perdida, el plagio y aumentara progresivamente el avance en los contenidos propuestos. El segundo mecanismo y quizás uno de los más relevantes para el seguimiento, ha sido el ‘status del educando’, donde el docente se vio obligado a mantener informado al acudiente (en ciclos de cada 15 días) de su avance académico, para lograr ejercer una influencia constante en el estudiante, para que no desfallecerá en su deseo de aprender, superar dificultades de aprendizaje, económicas y de conectividad, pues, el educando al no tener una cultura de autodidacta  y el padre al tener que ejercer un control mas cercano del proceso de aprendizaje lo obligaba a acostumbrarse a ser un breve seguimiento de lo que su hijo podría realizar para aprender desde casa, esperando reducir la deserción escolar con el correr del tiempo.

El último mecanismo y no menos importante es la ‘motivación’, cuando nos referimos a ella no lo hacemos desde su significado literal, si no desde la perspectiva docente, donde se vio abocado a sacar a flote su convicción, mística, su pasión por educar y orientar, en medio de una situación que lo podría llevar a ir por el camino más fácil o el de generar espacios de ayuda fuera de lo que se acostumbra. Y si se mira desde el lado del acudiente, lograr que el docente mantuviera motivado al acudiente en medio de esa adversidad, para que a su vez motivara a su hijo… ¡qué tal…! suena bastante utópico… ¡pero porque no intentarlo…! Esta motivación hacia el acudiente se centraba en enviar mensajes vía WhatsApp, alentándolos a superar sus dificultades familiares, económicas o por que no enviarles un saludo muy temprano, con algunas expresiones enmarcadas en el positivismo o un chiste para empezar el día, una manera de hacerles ver que no estaban solos…en medio de la crisis.

Por otra parte, al hablar de ¿cuáles podrían ser los progresos desde lo pedagógico? se lograría identificar que el discente se apropia de nuevas herramientas tecnológicas y mejora el uso de las que ya conocía, tal es el caso de los grupos de Facebook y WhatsApp, que a pesar de ser populares se desconocía de ellos las múltiples opciones que tienen para facilitar el aprendizaje y por consiguiente las más asequibles para la población objeto de estudio. Por otra parte, el docente tuvo que mejorar sus conocimientos frente a como mejorar los procesos de metacognición en el educando (y en el mismo), ya que, al cambiar de un sistema educativo presencial a una virtualidad improvisada, obligaba a reconstruir el esquema de aprendizaje aun formato mas autodidacta, donde la tutoría seria lo más cercano al concepto de docente que se conocía. Por consiguiente, el docente de la asignatura se vio en la necesidad de mejorar el uso de aplicaciones (como Camtasia, Videoder, Xrecorder, Zoom, Teams, entre otros) para la construcción de video, audio e imágenes, para fortalecer la comunicación asincrónica que se debía implementar para lograr la comprensión de los contenidos y facilitar en gran medida el cumplimiento con los talleres enviados.

Ahora bien, al fortalecer los procesos de metacognición en el educando y docente, se ha logrado construir material pedagógico (talleres ‘descriptivos’, videos, audios, post, web site) que sean los más pertinente, para lograr mejorar las habilidades comunicativas del aprendiz de acuerdo a su nivel, que en si es el fin de la asignatura, logrando orientarlo a que construya su propio entorno de aprendizaje.

Es de anotar, que dentro de lo pedagógico también se podría considerar, el hecho de terminar educando al acudiente, para que aprenda el uso de las mismas aplicaciones que su hijo utiliza, pues como informarse del proceso de su hijo, si no comprende los medios de comunicación empleados. Esto se considera alfabetizar en tecnología, siendo unos de los grandes logros para la comunidad educativa, ya que al tener una población de padres mas informada y capacitada, para servir de puente con la institución y su acudido, sería un beneficio a mediano y largo plazo dentro del proceso de enseñanza aprendizaje y así, se convirtieron en  el mejor soporte (en la mayoría de los casos) que se tendría la institución y el docente, para ir superando las dificultades que se nos presentarían.

¡Bueno y como todo no es maravilla…! en medio de las dificultades que surgieron, tocó ‘construir la estrategia para la estrategia’, después del primer mes de pandemia y como era de esperarse las plataformas tecnológicas comienzan a colapsar por el uso masivo, por ende, para la asignatura de español en su caso particular, paso de concentrar la recepción de talleres por Facebook (muy pocos lo utilizaban) a utilizar WhatsApp a pesar de las restricciones generadas por la empresa, para replicar texto y video en los grupos públicos y de difusión, ampliándolo al uso de correo electrónico y la plataforma Edmodo, que brindaba la garantía de mantener los trabajos y sus observaciones en línea, útil para aquellos que lograban mantener conectividad, y para quienes su conectividad era intermitente, por la dependencia a la recarga de consumo de datos, se consagraron con el uso exclusivo de WhatsApp, no obstante, al comprobar que todos tienen Facebook y WhatsApp pero en su mayoría no explotaban la herramienta al 100%, se realizan videos de apoyo para guiar a los padres y estudiantes en su adecuado uso, de igual manera, la asignatura construyo videos que explicaban de manera detalla, los pasos para desarrollar los talleres y actividades puntuales, buscando en el medio visual a la solución de no contar con una permanente conectividad, si no como el medio consultor a la duda que se le genere al estudiante al realizar la actividad sugerida; por lo tanto, se generó un material de multimedia que se replicaba a medida de que cada estudiante presentaba su inquietud, atendiendo de manera oportuna las novedades de cada taller o actividad sugerida.    

Así mismo, unos de los grandes problemas fue en tratar de educar al acudiente y al discente, para que cumpliera con  las fechas de entrega y en los horarios en los cuales podría solicitar asesoría, pues, hasta el inicio del presente año la comunicación de padres y estudiantes, fuera del aula era mínima, pero, al presentarse la pandemia, el padre y el educando pretendían que el docente los atendiera 24 horas al día, quizás para lograr cumplir o para presentar sus excusas por no hacerlo. Esto se fue resolviendo con mucho ‘tacto’ no se trataba de entrar en confrontación por no acatar los horarios de atención, si no de darle un manejo discreto a la comunicación, es decir, darle respuesta oportuna a los mensajes que tenían que ver con problemas de envió (canales sincrónicos y asincrónicos) y dejar en visto para dar respuesta a los demás en los horarios establecidos, de esta manera, el educando y el padre, fueron comprendiendo la importancia de solicitar ayuda realmente en una situación importante, como las entregas de actividades  y los posibles problemas técnicos con el uso de las aplicaciones sugeridas y dejar lo demás para el horario dispuesto.

Es de anotar, que el tratar de construir y aplicar estrategias pedagógicas, involucra la consulta bibliográfica, tanto para el proceso de reconstrucción de la metacognición del educando y el docente como se menciono anteriormente, pero se hace mas significativo, cuando se evidencia la gran brecha digital que persiste en la educación pública colombiana, es por esto, que muchas de las ideas de ajustar la enseñanza por medio de canales virtuales,  parte de teóricos que llevan varias décadas en su implementación, tal es el caso de Cabero al afirmar que(2014) En una sociedad del conocimiento, aquellos sujetos que no se encuentren capacitados para incorporar las TIC de forma expresiva, comunicativa, de ocio, laboral o social a su mundo se van a ver notablemente marginados de la ciudadanía y con menos posibilidades para desarrollarse y desenvolverse en todos los niveles sociales. (Págs. 23-42)A partir de lo anterior, no cabe duda de la necesidad de consultar y mantenerse actualizado en el uso de las aplicaciones y los medios técnicos para lograr reducir esta disparidad en el aprendizaje, la presente estrategia que no deja de ser un entramado de herramientas que ha implicado la consulta de expertos que han visto en la educación virtual y manera futurista de preparar al individuo en esta sociedad que cada vez los hace mas competitivos, es así, como Cabero en sus diversas publicaciones físicas y virtuales ha suministrado desde herramientas como socializado estándares de la educación virtual, que permitieron organizar procesos para el aprendizaje de los estudiantes objetos de estudio.

En conclusión, la comunicación inicia el proceso cíclico del aprendizaje en la ruralidad, como una estrategia para la estrategia, puesto que no siempre la comunicación ha sido tan amplia y adecuada como se decía ser, es así, como se debe garantizar el medio de comunicación más asertivo (sincrónico o asincrónico)  entre el docente, educando y acudiente; es aquí, donde se pone a prueba la capacidad de resiliencia del docente, pues pasa de trabajar ocho horas continuas presenciales a flexivizar su horario en aras de la comprensión y cumplimiento del discente. Se solía creer que el numero celular del docente, era netamente privado y casi sagrado, pero en la actual situación de crisis, se ha puesto como la herramienta de trabajo y de conocimiento público, por ende, pretender que el educando o el acudiente no lo conozcan, buscando evitar su uso inadecuado en tiempo y espacios no dispuestos, requiere de una pertinente y progresiva educación de los miembros de la comunidad educativa para darle buen uso.

De esta manera, al fijar los canales de comunicación más pertinentes y fijando los criterios de uso, se puede dar continuidad al ciclo educativo, por consiguiente, el estudiante y docente tendrán claro los canales de comunicación para una adecuada retroalimentación, paso fundamental para el cumplimiento de objetivos académicos, esto permitirá no solo la promoción si no también el progresivo avance del aprendizaje de acuerdo a su ritmo y estilo de aprendizaje. De igual manera, se hace necesario dar a conocer el status del educando de manera periódica, reconociendo en el proceso las dificultades presentadas (académicas, económicas, personales) esto se realiza con el propósito de reducir la deserción escolar y mejorar la comunicación entre padres e hijos.

Por otra parte, se hace necesario mantener la motivación del acudiente y educando, generando diversas estrategias no solo desde los canales de comunicación empleados, si no también, con las actividades, talleres, videos propuestos para el desarrollo de las actividades.

Es así, que para lograr la articulación necesaria entre educando, acudiente, escuela y docente, se hace mas que necesario la constante actualización de contenidos y recursos tecnológicos, que puedan estar a disposición del docente, para mejorar la estructuración de actividades y orientar al educando en su uso, esto no solo reduciría la brecha digital que se presenta entre estudiantes con mayores recursos.

Por consiguiente, la estrategia cíclica de aprendizaje desde la ruralidad, no es un proceso estático, por el contrario, termina siendo las bases de una estrategia para la estrategia, pues permite la integración y ajustes de más componentes pedagógicos que permitan mejorar el proceso de aprendizaje desde la ruralidad.

Referencias

Cabero, J. (2004). Reflexiones sobre la brecha digital. Tecnología, Educación y Diversidad, Murcia: Consejería de Educación y Cultura.


Resumen

La resiliencia es la estrategia que la sociedad debe promover, para construir un mejor tejido social, si la vemos como el medio que le permite al ser humano llegar a ser mejor persona, ya que, el aprender a ser resiliente le permite  aprender a superar y sobrellevar las dificultades, esto se hace posible, pues la resiliencia es el resultado del proceso dinámico y evolutivo por el cual todo ser humano pasa, permitiéndole mejorar sus competencias comunicativas, emocionales y laborales, no obstante, este proceso requiere del compromiso del gobierno, de la familia y la escuela como agentes que influyen en el contexto del individuo. Por lo tanto, la persona que quiera asumir el compromiso de orientar la resiliencia en otros, comenzará a trabajar de acuerdo a las circunstancias particulares del individuo, para guiar el aprendizaje que le permita día a día, llegar a ser su mejor versión de ser humano.

Palabras Clave:

Autonomía, competencias, comunicación, dinámico, estrategia, evolución, resiliencia, sociedad

Abstract

Resilience is the strategy that society must promote, to build a better social structure, if we see it as the means that allows human beings to become a better person, since learning to be resilient allows them to learn to overcome and coping with difficulties, this becomes possible, as resilience is the result of the dynamic and evolutionary process that every human being goes through, allowing them to improve their communication, emotional and work skills, however, this process requires the government’s commitment, the family and the school as agents that influence the context of man. Therefore, the person who wants to assume the commitment to guide resilience in others, will begin to work according to the particular circumstances of the individual, to guide the learning that allows him day by day, to become his best version of being human.

Keywords:

Autonomy, competencies, communication, dynamics, evolution, resilience, society, strategy

Después de leer algunos artículos, entre esos uno llamado “Cansado del hp Zoom” del rector de la Universidad de los Andes, Alejandro Gaviria, recreando su experiencia en la cuarentena y describiendo lo que sus alumnos también han vivido, genera una visión de aquellos que socialmente deberían estar bien, pues se presupone que la pandemia poco los afectaría por su cómoda forma de vida; de igual manera, se contrasta con  los demás  titulares… ese  otro lado de la moneda… de aquellos que están siendo expulsados de sus hogares por no poder pagar el alquiler, los que prefieren salir a vender en la informalidad, por que ya no tienen para subsistir, los que hablan de los casos de violencia intrafamiliar y abusos sexuales, que han surgido en medio de esta crisis, después de todo esto…es fácil poder afirmar que pasar por una situación difícil, no tiene nada que ver con la clase social, por consiguiente, se podría también decir que la resiliencia es la estrategia que la sociedad debe promover para construir un mejor tejido social.

Entendamos por ser resiliente, a “la capacidad que tiene el ser humano para sobreponerse de las dificultades” o como lo diría Henderson y Milstein citados por Acevedo y Mondragón (2005a) al definirla como “la capacidad de recuperarse, sobreponerse y adaptarse con éxito frente a la adversidad y de desarrollar competencia social, académica y vocacional pese a estar expuesto a un estrés grave o simplemente a las tensiones inherentes al mundo de hoy.” (2003, p. 26). No obstante, se ha acostumbrado hablar de este tema cada vez que la sociedad entra en crisis, o es la recomendación que te haría tu psicólogo como respuesta a tu consulta;  sin embargo, su implementación en la vida práctica parece algo perdido, pues, siempre se le delega a aquellos que se encargan de la educación de las masas pero no se cuestiona la debida articulación que debería tener con todos los estamentos que componen una sociedad (comunidades religiosas, políticas de salud, económicas, educativas, culturales, medioambientales, entre otras), pero antes de ahondar un poco en esta temática deberíamos aclarar algunos aspectos de la resiliencia.

La responsabilidad, que tiene una sociedad de formar a seres humanos resilientes, ¿estaría determinada por un punto específico de tiempo (etapas de la vida) y de un agente social (la familia, estado, escuela, entre otros) en especial?, quizás las investigaciones realizadas sobre este tema  dejan claro que es solo un proceso de crecimiento personal, pues, la resiliencia no es absoluta ni se adquiere de una vez para siempre, es una capacidad que resulta de un proceso dinámico y evolutivo [énfasis agregado] que varía según las circunstancias, la naturaleza del trauma, el contexto y la etapa de la vida y que puede expresarse de muy diferentes maneras en diferentes culturas (Manciaux et al., 2001 citado por Vélez 2007, párrafo 21). Por consiguiente, se puede ver que formar en resiliencia, este sujeto a factores del contexto del individuo y en especial de la influencia o impacto que ejerce en él la situación a superar, ya que, cada ser aprender a superar o sobrellevar una crisis a su propio ritmo y quizás bajo las condiciones mínimas de apoyo social y familiar.

Es por esto, que no se podría orientar en resiliencia, si primero no se cubren las necesidades básicas (alimento, salud, descanso, techo etc.) para cualquier  ser humano en situaciones extremas, esto sería fundamental, ya que, teniendo cubierta la parte física se podrá recupera la parte psicológica al mejorar sus relaciones informales (la familia, amistades, compañeros), pues facilita la aceptación profunda de la persona; por consiguiente, el sentimiento de ser aceptado es la base para que una persona se vuelva resiliente (Rodríguez, 2016, párrafo 18,19,20)

De esta manera, construir una sociedad donde su tejido social tenga un alto porcentaje de resiliencia, obliga a que tanto la familia y el estado se esmeren por propiciar las condiciones humanas dignas, para formar individuos que sean resilientes, no obstante, la resiliencia también surgiría de una manera indirecta al lograr surgir en medio de una crisis, pero existen marcadas diferencias en su proceso, pues, no es lo mismo contar con las condiciones básicas a tener que luchar siempre por ellas hasta conseguir el punto de equilibrio esperado, por lo tanto, para quién le ha tocado sufrir y luchar desde cero, siempre tendrá un crecimiento frente a la resiliencia de una manera más traumática y diversa, de quién ha contado con las condiciones mínimas para formar su propio proceso resiliente bajo condiciones más favorables.

Por otra parte, se hace significativo tener en cuenta otros elementos que permiten desarrollar la resiliencia, como son: el fortalecimiento de la autoestima, el desarrollo de  competencias y actitudes y el sentido del humor, ya que, es importante desarrollar la capacidad de empatía, buscando enseñar a identificar y expresar emociones, que favorezcan el mejoramiento de las relaciones sociales, logrando así, individuos capaces de expresar lo que sienten, mejorando en ellos su estado emocional, aprendiendo a ver los problemas desde otra perspectiva y a lograr encontrar  las soluciones de una manera asertiva; es así, que todo termina por fortalecer la autonomía, construyendo su identidad, enseñándole que puede asumir sus responsabilidades, mostrándole la posibilidad de vivir y reconstruir su presente, para lograr ser positivo frente a su futuro, con mucha perseverancia y optimismo.

Sin embargo, el contenido utópico del anterior párrafo, nunca se dará si no logramos esa adecuada articulación entre gobierno, escuela y familia; el proceso evolutivo de todo ser humano, requiere de esa integralidad educativa, donde cada quien asume su responsabilidad compartida, de esta manera, desde la escuela y como un trabajo complementario de gobierno y familia, termina de genera los espacios para seguir construyendo la resiliencia como una forma de vida, tal y como lo afirma Acevedo y Mondragón. El fortalecimiento de la resiliencia se dio cuando los profesores brindaron a sus niños amplias oportunidades para desarrollar y practicar comportamientos asociados con la resiliencia en su instrucción diaria (2005b, p. 29)  Por ende, el compromiso de las instituciones es grande y significativo, pero no tiene la suficiente influencia en el discente, si los demás participantes (gobierno-familia) no cumplen con su rol de acompañamiento y de facilitar de las condiciones básicas para la participación digna en sociedad.

Es por esto, que la escuela debe promover programas de prevención y protección (por medio de un modelo de resiliencia preventivo), para que se haga posible educarse y educar en resiliencia, ya que, la vida, las situaciones diarias y el contexto hacen parte de los agentes formadores, así como lo ratifica Vélez, más aún cuando hemos ratificado que el ser resiliente es algo dinámico y se ve como el resultado de un equilibrio entre los factores protectores de riesgo y la personalidad del ser humano, logrando que se modifique o mejoren la respuesta frente a los peligros que predisponen un comportamiento no adaptativo (2007, p.61 )

En conclusión, para ver la resiliencia como una estrategia de construcción de tejido social, se hace necesario que se consoliden las condiciones básicas para su orientación, desde las políticas nacionales, departamentales y locales; de igual manera, desde el apoyo a la familia, para que reciban capacitación sobre el tema y generen sus propios entornos de aprendizaje, donde no solo puedan implementar lo aprendido, si no también, que refuercen todas aquellas estrategias que la escuela puede brindar.

Así mismo, comprender que el aprender a ser resiliente, no es algo que se adquiere con la primera clase, si no que hace parte de un proceso dinámico y evolutivo, que permite el crecimiento personal, logrando que estén en capacidad de hacer su propia introspección, preguntándose y respondiéndose, asimismo ante cualquier situación de crisis; esto hace que el individuo muestre buena capacidad para la resolución de problemas, mejore su independencia y logre que su nivel de comunicación sea cada vez más asertivo, esto con lleva, a que  forje su autoestima y le permita ver con humor, como superar su propia tragedia.

Por lo tanto, la persona que quiera asumir el compromiso de orientar la resiliencia en otros, comenzará a trabajar de acuerdo a las circunstancias particulares del individuo, fijándose prioridades según sus necesidades, hasta lograr identificar cuál es la estrategia más acorde, para guiar el aprendizaje, que le permita día a día, llegar a ser su mejor versión de ser humano.

Referencias

Acevedo, V. E.  y Mondragón, O. H.  (18 de octubre del 2005). Resilencia y Escuela. https://revistas.javerianacali.edu.co/index.php/pensamientopsicologico/article/view/18/51

Rodríguez, G. M. D. (2016). La Mirada de la Resiliencia. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6353638

Vélez-Laguado, P. (2017). La Resiliencia: nuevo abordaje del trauma. Revista Ciencia Y Cuidado, 4(1), 58-62. https://doi.org/10.22463/17949831.923


 Resumen

El presente artículo realiza un análisis del “fanatismo” como una tendencia social, ejemplificando desde el contexto social colombiano, es así, como se propone  que la manipulación del fanático es la mejor forma de mantener el poder, ya que, ésto se convierte en el mejor negocio para el control de las  masas.  Se inicia  con la conceptualización del término, para luego, profundizar en aspectos como la de utilizar el aspecto emocional  más que la reflexión, que estudia el análisis racional y el sentido crítico de los individuos ante fuerzas sociales, mostrando la responsabilidad que tiene la academia. Luego, se caracteriza la influencia del marketing político como una estrategia de vender una idea política, que fomenta en la colectividad el fanatismo y de igual manera, se estudia la influencia de los medios de comunicación (en especial las redes sociales y los influenciadores) en el proceso de alienamiento y posterior manipulación de las grandes masas sociales. Finalmente, se concluye con el análisis de las consecuencias negativas de la manipulación, donde el  fanático adquiere un juicio moral negativo, que altera su percepción frente a los  valores básicos de la convivencia ciudadana, tales como la paz, la tolerancia, la libertad, la democracia y la pluralidad.

Palabras clave:

Fanático, influenciador, manipulación, marketing político, pensamiento crítico,  redes sociales, sociedad.

Abstract

This article makes an analysis of «fanaticism» as a social tendency, exemplifying from the Colombian social context, this is how it is proposed that the manipulation of the fanatic is the best way to maintain power and this becomes the Better business for the control of the masses. It begins with the conceptualization of the term, to then go deeper into aspects such as using the emotional aspect rather than reflection, which studies the rational analysis and the critical sense of individuals before social forces, showing the responsibility that the academy has. Then, the influence of political marketing is characterized as a strategy of selling a political idea, which fosters fanaticism in the community and, in the same way, the influence of the media (especially social networks and influencers) is studied the process of alienation and subsequent manipulation of the large social masses. Finally, it concludes with the analysis of the negative consequences of manipulation, where the fanatic acquires a negative moral judgment, which alters his perception of the basic values ​​of civic coexistence, such as peace, tolerance, freedom, democracy and plurality.

Keywords:
Critical thinking, fanatic, influencer, manipulation, political marketing, social networks, society.

En una de estas tardes, en medio de la impotencia que se siente como cualquier ciudadano, por la dolorosa situación de su país, leer un artículo se convierte en un consuelo para comprender el sofisma en que ahora se enmarca nuestra sociedad colombiana. Allí, se retoma lo dicho por Voltarie (s.f.) “cuando el fanatismo ha gangrenado el cerebro, la enfermedad es incurable”, a partir de esto, se podría proponer que la manipulación del fanático (religioso y político) es la mejor forma de mantener el poder, ya que, esto se convierte en el mejor negocio para el control de las  masas, para ésto la “evolución” de las sociedades, lo ha facilitado por medio de la tecnología y como es normal, la gran influencia de la manipulación mediática.

Comencemos éste análisis, como define Pellegrini el fanatismo, citado por Rodríguez (2018a) “(…) como una intolerancia compleja. Es la discriminación dirigida hacia todos los grupos o personas diferentes a la creencia del intolerante, (…) quizás en ésta afirmación podremos ir encontrando la respuesta a la polarización social a la cual se puede llegar en medio de las diferencias políticas y religiosas; “(…) pensar distinto y opinar y ejercer la libertad de hacerlo es como una afrenta imperdonable para los fanáticos de todas las raleas que son, como mínimo, intransigentes, obsesivos y autoritarios (…)” (Rodríguez, 2018b).  Es aquí, donde queríamos llegar…sin quererlo Colombia está entrando desde las dos última décadas a una progresiva y peligrosa polarización social, que le ha abierto camino al fanático en lo político, pues, cómo se explica el fenómeno, donde al preguntarle a un seguidor político, (bien sea de izquierda, derecha, de centro, etc.) ¿en qué consiste la propuesta política de su “amado candidato”?,  no llega a ser capaz de dar argumentos sólidos, o si por o menos  logre diferenciar lo que los demás candidatos proponen, sin dejar de caer en el discurso casi que ofensivo, repitiendo  las afirmaciones que la gran mayoría de la colectividad pregona, es decir, tan solo repite lo que los demás repiten, sin poder fijar un verdadero punto de vista crítico frente a la contienda política.

A partir de lo anterior, se genera la violencia que surge de “la manipulación de ésta ignorancia social”, como lo afirma Yolanda Ruiz en el Periódico del Espectador citado por Rodríguez (2018c) “cuando alguien escribe en Twitter que el exterminio de la Unión Patriótica ‘era un mal necesario’, que ‘ojalá se muera’ el presidente o que ‘los periodistas deberían ser aplastados como ratas’ es fácil ver los síntomas de un problema grave. Así, que ésta sociedad, donde familias se matan por una tendencia política, donde se desplaza al campesino, al indígena, al afrodescendiente, donde se acaba el ecosistema y se incuba la corrupción desde los gobernantes; muestra como el poder político, puede hacer del fanatismo el negocio más rentable, para aquellos que han sido los dueños de la soberanía del pueblo.

De esta manera, el sector dominante de la política ha logrado manejar las masas, explicarlo podría contener varios aspectos, entre ellos como lo diría Menco (2016a):

 “(…) utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión, es una técnica clásica  para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido crítico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente  para implantar  o injertar  ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos. (…)

Teniendo en cuenta lo anterior, el poder político mueve el sentir del pueblo, ese pueblo incrédulo, casi que “ignorante” de la realidad social, que lográ caer incauto  ante la elocuencia de los líderes políticos que prometen saciar esa inagotable necesidad del pueblo. Aquí, es donde  se mueve ese sentir, ante el miedo del oponente, de ahí nace las frases de éstas elecciones presidenciales como: “nos vamos a volver una Venezuela”, que tal sacudón emocional carente de argumentos, pero que en las  masas trasciende o visto desde la otra orilla, “vamos a seguir con los mismo de siempre…los ricos más ricos… con más continuismo…y el presidente…títere de su padrino político”; difícil establecer quién podrá tener la razón, lo único cierto, es que éste cumulo de expresiones, exacerba ese pueblo desesperado por un cambio, cambio que no se logra por ese fanatismo explotado por los dueños del poder.

Ahora, el otro aspecto a tener en cuenta, son las ventajas y desventajas de la era de la sociedad del conocimiento, que facilitan la comunicación en favor o en contra de la misma sociedad, hacen del ejercicio de la política la actividad social más ambigua, es así, como las redes sociales intervienen en esta magna manipulación mediática, como se  analiza por Olaya (2014a) “El uso de las redes sociales como Facebook, Twitter, Snapchat, WordPress o diferentes blogs, con los que cuentan los medios virtuales como periódicos y revistas, ejercen influencia  sobre el comportamiento electoral de los votantes o sobre su postura en debates políticos circunstanciales o momentáneos.” De esta manera, entra a jugar el llamado “marketing político” como estrategia, para  vender esa idea política de un determinado candidato o partido político o postura específica, logrando complementar la influencia de los medios convencionales, (radio, televisión, prensa impresa) ésto, logra amplificar el poder de convencimiento colocando más en riesgo a la población carente de lectura y análisis de su propia realidad; es por esto, que se maneja la sicología colectiva y el anonimato facilitando la multiplicación de comportamientos políticos como el fanatismo, por lo tanto, los fanáticos exageran el uso de la ideología para nublar el juicio de otros, mercantilizar votos y en ocasiones convierten lo que sería un verdadero debate democrático en entretenimiento  (Olaya, 2014b).

Por otro lado, para lograr ejemplificar el impacto que se genera en los medios masivos de comunicación, debemos tener en cuenta los “influencers” (influenciadores: candidatos, mandatarios, periodistas, consultores y empresarios) quienes son aquellos que cuentan con una alta capacidad de persuasión en un ambiente social, tal es el caso de Álvaro Uribe, que se podría considerar hasta agitador político, pues ha logrado con su manejo de la oratoria un alto número de seguidores (fuera y dentro de las redes sociales) quienes inexplicablemente darían la vida o matarían por él, sin entender quizás el origen de toda su propuesta política. En un menor caso está, Gustavo Petro y Sergio Fajardo, quienes desde sus diferentes cargos públicos, han logrado convocar a plantones y manifestaciones, logrando demostrar que el marketing político de cualquier colectividad política, sí propicia de cierta manera un fanatismo (bueno o malo en algunos casos), que nubla la verdadera razón del ejercicio democrático, ya que, encontrar la imparcialidad a la hora de educar políticamente a un pueblo es muy difícil y más aún en Colombia, que se corre el riesgo de caer en una violencia por el apasionamiento que genera el seguir la filosofía social de una determinada colectividad.

Por lo tanto, vale la pena rescatar lo dicho por Menco (2016b):

 “(…) El sistema de comunicación y el sistema político son el mismo poder. El pensamiento capitalista es manipulador. Impide la continuidad histórica y entender la realidad histórica. Un electorado autónomo, libre porque está libre del adoctrinamiento y la manipulación, estaría en realidad en un ‘nivel de opinión e ideologías articuladas’ que no es probable encontrar y para completar no se está enseñando a los estudiantes a educar la mirada de una manera efectiva, con el fin que analicen los mensajes de los medios de comunicación críticamente. Muchos están acostumbrados a recibir pasivamente lo que los medios proporcionan. Y no tienen una lucidez que les permita discernir entre lo que realmente es para su bienestar y lo que no. Esto es tan grave  que muchas personas son alienadas y enajenadas  por estos medios, que las tienen presas en un mundo de frivolidad, superficialidad, violencia simbólica y antivalores (…).

Partiendo de lo expuesto por el autor, se puede ratificar que el fanatismo es una de las grandes debilidades de la sociedad, se está convirtiendo en el arma perfecta de la política de hoy,  y la forma más rápida del arraigar el poder en pocos, para el perjuicio de muchos; todo por cuenta de la falta de formación de líderes críticos hacia lo social, pues, surgen día a día nuevas formas de liderar, pero invadidas de un manto de corrupción, que mantiene el ciclo de dominio a cuenta del uso de esa tecnología poco cuestionada, por los miembros de una sociedad alienada; así pues, éste aspecto se puede centrar como lo afirma González (2012) citado por Menco (2016)“si algo tenemos claro es que no solo la escuela  si no toda la sociedad tiene que aprender a usar los medios, si no, los van a usar ellos”.

De esta manera, los fanáticos (religiosos y políticos) se hacen acreedores de un juicio moral negativo, con llevando a que esté en juego valores básicos de la convivencia ciudadana, tales como la paz, la tolerancia, la libertad, la democracia y la pluralidad. La paz está excluida por la beligerancia del fanático, la tolerancia por su dogmatismo y la libertad por su querencia totalitaria, por consiguiente, la falsa conciencia individual y colectiva, generada por la ideologización del discurso, exige el ejercicio constante de la crítica ilustrada y el desenmascaramiento  de los falsos juegos de lenguaje (García, s.f.).

Por ende, nos podríamos preguntar dónde está el límite  para identificar cuando se está por caer en el fanatismo,  ya que, el poder político no le ha importado, ni le importará que las bases sociales se lleguen a destruir, simplemente, generar en ellos esa transformación de moralidad alrededor del sentir político, hace que surja ese exquisito caldo de juicios manipulables, para hacer creer que se va por el buen camino, de esta manera, las concepciones éticas y morales, que se forman en los núcleos familiares (en el mejor de los casos)  no serán suficientes para contrarrestar, éste tsunami ideológico que le da más fuerza a la clase social política dominante.

Finalmente, podemos decir que de continuar la radicalización de las ideas, como una consecuencia de una colectividad manipulada, seguirá ocasionado un fanatismo peligroso que nos deja al borde de una constante ola de violencia, afectando no solo a los que hacen parte de los medios de comunicación cuando intentan mostrar ese lado oscuro de la realidad, si no, que intensifica la desarticulación social, es decir, continuaremos con más lideres asesinados, más campesinos desplazados por la narco-política, aumentará la discriminación racial, la xenofobia y la destrucción continuada del medio ambiente, por cuenta de quienes saben manipular al fanático.

Por consiguiente, factores como utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión, seguirán siendo el arma que debemos utilizar a favor del pueblo, para evitar anular  el sentido crítico del  individuo que día a día, se debate ante una mentira mediática, pues las redes sociales cada vez cobran más espacio en el ciudadano de a pie y en  el que aún  no ha caído en ésta red, se convence por el voz a voz colectivo e irracional. Así pues, el marketing político no se detendrá si no por el contrario seguirá aprovechando que el fanático cumpla su misión… la de exagerar el uso de la ideología para nublar el juicio de otros.

De igual manera, recae una gran responsabilidad en la academia, para lograr que la sociedad cuente con un electorado autónomo, dicho de otra manera, que el adoctrinamiento no sea de esa elite dominante, si no que a través de la construcción de una razón colectiva, se desarrolle un pensamiento crítico que construya unos principios que luchen contra ese tipo de manipulación, para realmente identificar que sería lo benéfico para una sociedad en crecimiento; así, se lograría que el ciudadano se sienta ciudadano e impida la continuidad histórica y entienda la realidad histórica de su país, llegando a entender y a ejercer la soberanía que hasta ahora solo reposa en el papel.

En definitiva, el mejor negocio que ha logrado obtener quienes logran manipular las masas,  ha sido el fanatismo y en especial en lo político, la sociedad en medio de esa cortina de humo, no se percata de cómo se sigue explotando al pueblo, ya que, apropiarse de sus recursos requiere de control, un control que la tecnología ha facilitado y más  cuando los esfuerzos de formar al ciudadano, desde la construcción de un punto de vista crítico, siguen siendo insuficientes, no obstante, la lucha hacia  una sociedad más justa se debe seguir librando, quizás con algo de desigualdad, pero no imposible; la esperanza está en tomar esas mismas armas mediáticas, en favor de los interés del pueblo y en seguir educando en ciudadanos realmente más críticos y participativos dentro de los procesos de desarrollo de sus sociedades.

Referencias Bibliográficas:

García, J.M. (s.f.). Sobre el fanatismo religioso y también el político. La Albolfia. Revista de Humanidades y Cultura. ISSN: 2386-2491. [En línea] Retomado de: https://dialnet.unirioja.es/buscar/documentos?querysDismax.DOCUMENTAL_TODO=fanatismo+politico

Menco, L. (2016). No a la manipulación mediática sí a la educomunicación. Revista virtual Portal de las Palabras, N°2. Febrero-Diciembre, págs.2-12. [En línea]. Retomado de: http://revistas.curnvirtual.edu.co/index.php/portaldelaspalabras/article/view/833

Olaya, A. (2014). Marketing y movimientos políticos en las redes sociales en Colombia. Revista Estudiantes de Ciencia Política, 5, 22-40. [En línea]. Retomado de: http://aprendeenlinea.udea.edu.co/revistas/index.php/recp/article/viewFile/325572/20782948

Rodríguez, A. (11 de agosto de 2018). La gangrena mental del fanatismo. El Tiempo, p. 2.8.

 

¿VALE LA PENA ESCRIBIR?


La escritura nace en el país de Sumer en Mesopotamtaller-de-escrituraia, a partir de un sistema inicialmente pictográfico, que con el tiempo logra  reproducir el pensamiento del hombre, sin embargo, aquella sociedad no pensó en ese entonces, en lo que hoy día se ha vuelto el acto de escribir. La forma de escribir,  se ha convertido  en la manera de reconocer el status del hombre, es por esto, que las sociedades limitan las posibilidades de  los menos favorecidos, al no permitir que el acto de escribir, se convierta en una forma de crecimiento personal, por ende,  para algunos es la más grande tortura y para otros el placer más grato que pueden llegar a tener, ¿pero por qué se da esto?, pareciera que el valorar la escritura en la sociedad de hoy es una manera de llegar a medir la capacidad económica y educativa del ser humano. Pero, se podría cuestionar ¿cuál es el sentido de la escritura en la actualidad?, ¿se escribe por escribir?, ¿hemos hecho difícil el acto de escribir?, en fin… ¿vale la pena escribir?…es hora de analizar.

Pareciera, que el escribir desde la escuela se vuelve lo más escalofriante, pues, no se te permite ser libre con el manejo de lo grafemas, como lo diría Sartre (s.f.) citado por Revista Latinoamericana Chasqui (2005, p.5)  (…) si producirnos nosotros mismos las normas de la producción, las medidas y los criterios y si nuestro impulso creador viene de lo más profundo del corazón, no cabe nunca encontrar en la obra otra cosa que nosotros mismos: somos nosotros quienes hemos inventado las leyes con las que juzgamos esa obra(…); de esta manera, querer enseñar a leer y escribir, o a expresar lo más profundo que los hombres intentan mostrar…su pensamiento…cuando está enmarcado en reglas y más reglas que sacuden su interés por dar a conocer lo que (en algunos casos) no son capaces de expresar con la oralidad, hace de la escritura toda una tortura. Porque no pensar por un instante, de que si se rompe los límites de la gramática tendríamos más y más escritores. Todo esto, no quiere decir que no se merezca rescatar la estructuralidad de la lengua, pero si permitirle el aprendiz, a ese aventurero de la escritura, la libertad de escribir (en sus inicios) sin prejuicios lingüísticos.

 

De esta forma, se podría decir que en la mayoría de los contextos sociales, el ser humano se ve abogado a escribir por necesidad comunicativa, como la manera elemental de subsistencia dentro de una comunidad; tan solo, en aquellos círculos “cerrados” los académicos y en los medios masivos de comunicación, se vislumbra la posibilidad de escribir, con el sentido del análisis frente a una realidad, pero, ¿quiénes son los que escriben allí?, si esto lo respondiera el antropólogo Henri Lévis Strauss (s.f.), citado por Christopher Johnson en “Derrida” (1998, P.14)  quien diría: “Durante miles de años y aún hoy, la escritura ha sido el privilegio de una élite poderosa…El único correlato histórico constante de la aparición de la escritura es la formación de las ciudades e imperios con un alto grado de diferenciación de castas y clases. La función primordial de la comunicación escrita es, por lo tanto, la de esclavizar y subordinar. La propagación del aprendizaje de la lectura y la escritura en los países occidentales estuvo acompañado por la extensión del control estatal”.

 

Aunque, pareciera algo retrograda este pensamiento, no está muy lejos de lo que es la cruda realidad, ya que, han sido pocos los humildes, que han luchado por  dejar en las letras sus ideas, para ser recordados a través de la historia; es evidente, que el sistema económico facilita el acceso a niveles educativos de calidad y que por ende, el hecho de escribir podría considerarse  un acto elitista. No obstante, a pesar de que la tecnología ha permitido la creación de espacios virtuales (blogs, páginas web), que han masificado el pensamiento de muchos, dando esa anhelada libertad de la escritura, sin embargo, el ser reconocido desde la producción escrita, es un campo de otro nivel. De esta manera, para los jóvenes se vuelve inoficioso el hecho de escribir, pues, depende también del acto de leer, situación dramática de la población colombiana, así pues, con una educación tan desigual, hace que el análisis de la realidad no se vea plasmado con equidad y calidad,  con el recursos de las letras.

Ahora bien, los profesionales de hoy se ven en la necesidad de ingresar a círculos de investigación, ¡esto no es que esté mal!, pero hasta el querer descubrir nuevas cosas, se ven envueltas en el manejo complicado de la producción de textos científicos (ponencias, working paper, artículos científicos) así, éste tipo de escritura, (para algunos…los menos capacitados) termina siendo la manera de ratificar lo difícil de escribir, en un mundo donde poco se lee y no se cree en la importancia de la escritura.

Pero, el panorama no tiene por qué verse tan oscuro, a pesar de las dificultades sociales, que hacen cada vez más difícil el proceso de educar en la importancia de la expresión escrita, se debe seguir insistiendo en creer que la sociedad requiere de seres capaces de analizar y criticar su entorno, por lo tanto, la escuela sigue teniendo la responsabilidad de orientar  la escritura (y en especial hacia la estructura de los textos científicos), para hacer a los profesionales más competentes, dentro de ésta sociedad que no deja de ser clasista, este compromiso, se puede ver reflejado en las palabras de Ciro Páez (s.f.) citado por Revista Académica U.C.P.R. (s.f.,p.56) quién en su texto “Leer y Escribir” sugiere lo siguiente: “Un maestro de escritura debe desempeñar para sus estudiantes el rol de la necesidad. Enfrentándolos a limitaciones arbitrarias, reduciendo para ellos el campo de lo posible, no los anula, antes bien, crea las posibilidades para que sus fuerzas se concentren y obren en las mejores condiciones posibles.”

 

Por lo tanto, la sociedad debería promover por igual, tanto la lectura como la escritura,  como una forma de motivar el crecimiento personal, los principiantes se seguirán sintiendo frustrados con cada regla gramatical que no fue cumplida a cabalidad, así, se seguirá aislando del circulo intelectual, aquellos que no logren ejercer la escritura con toda la pompa que le da la académica. Escribir, no debería ser difícil…pero el hombre en su afán de mostrar evolución, se ha olvidado en lo simple que puede ser la expresión, ¡entonces! ¿Quiénes son los culpables de hacer de la escritura algo inalcanzable?.

 

De esta manera, el seguir creando conciencia frente al difícil recurso de escribir, seguirá recayendo en los encargados de la educación,  mostrando las bondades que el expresarse desde lo escrito le deja al ser; quizás, la desigualdad social, limite su valoración en determinados círculos sociales y académicos, pues de no cumplir con sus criterios, seguirá alejando a aquellos que aún no logran dominar sus formas de analizar la realidad, pero sin duda…¡si vale la pena escribir! bien sea para conquistar un amor  o para lograr mostrar el resultado de una gran estudio, escribir es seguir un camino…un camino que se puede recorrer cuando quieres y cuando te deja de importar lo que piensen, al ser leídas todas tus ideas…! ¡escribe..!

 

Referencias bibliográficas:

Herramientas TIC para una escritura. Imagen. [En línea] Retomado de: https://www.google.com.co/search?q=Imagenes+sobre+escritura&tbm=isch&imgil=PWN47WBbvSKZ9M%253A%253Bbq9WsMZRueRGqM%253Bhttp%25253A%25252F%25252Fideasparalaclase.com%25252F2012%25252F07%25252F02%25252Fescritura-divertida%25252F&source=iu&pf=m&fir=PWN47WBbvSKZ9M%253A%252Cbq9WsMZRueRGqM%252C_&usg=__ACZHbZg5n-g1cQHEx-fmompqgOA%3D&biw=1366&bih=638&ved=0ahUKEwjKyZvajt_UAhUC6SYKHf6TC9QQyjcIPQ&ei=oOFSWcr5DILSmwH-p66gDQ#imgrc=PWN47WBbvSKZ9M:

Revista Académica e Institucional de la U.C.P.R. (2003). Escribir…¿Para qué?. [En línea] Retomado de: http://temporal.ucp.edu.co/paginas/terminadas/REVISTA%2066.pdf

Revista Latinoamerica de Comunicación Chasqui. (2005). Páginas de grandes periodistas. [En línea] Retomado de: https://dialnet.unirioja.es/servlet/revista?codigo=6192

 

 


…y tú qué crees?

Ricardo Rico Guzmán. "ÁGORA"

Por: Mag. Ricardo Rico Guzmán

         Docente de la I.E.R.D. San Antonio de Anapoima.

 

Décadas atrás, se viene juzgando a la comunidad educativa de los bajos resultados en las pruebas nacionales  e internacionales, estos instrumentos de medición han marcado la pauta para hacer de la academia la responsable de los fracasos educativos colombianos. A partir de esto, los docentes son los llamados a la restructuración de los procesos educativos, no obstante, el sistema educativo colombiano se ha encargado de encarcelar al docente dentro del mismo esquema educativo. De esta manera, desde la Revolución Educativa Española, Colombia ha adoptado la diversidad de modelos pedagógicos que se han considerado como “el milagro de la educación”, como La Escuela Nueva, Activa y El Paradigma de la Pedagogía Dialogante, entre otros.

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Estos se convirtieron en las directrices de la colectividad académica, para generar esos espacios pedagógicos que muestren los resultados esperados por la…

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Por: Mag. Ricardo Rico Guzmán

         Docente de la I.E.R.D. San Antonio de Anapoima.

 

Décadas atrás, se viene juzgando a la comunidad educativa de los bajos resultados en las pruebas nacionales  e internacionales, estos instrumentos de medición han marcado la pauta para hacer de la academia la responsable de los fracasos educativos colombianos. A partir de esto, los docentes son los llamados a la restructuración de los procesos educativos, no obstante, el sistema educativo colombiano se ha encargado de encarcelar al docente dentro del mismo esquema educativo. De esta manera, desde la Revolución Educativa Española, Colombia ha adoptado la diversidad de modelos pedagógicos que se han considerado como “el milagro de la educación”, como La Escuela Nueva, Activa y El Paradigma de la Pedagogía Dialogante, entre otros.

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Estos se convirtieron en las directrices de la colectividad académica, para generar esos espacios pedagógicos que muestren los resultados esperados por la familia y gobierno. Por consiguiente, se ha reconstruido el rol del docente con cada modelo que intenta adoptar, aunque, en la actualidad aquellos modelos llamados interestructurantes parecieran devolverle la “flexibilidad” al maestro.  Sin embargo, lo que  desconoce  la gente de a pie, es que la labor docente en los colegios públicos se ve afectada  en su mayoría, por que se manejan la política de la “cobertura”, dónde la prioridad es matricular estudiantes, sin tener en cuenta la capacidad logística de la institución, los inconvenientes de convivencia del estudiante que llega a la institución  y cómo ésto, pueden afectar a la mayoría de la población y sin sumarle  el hecho del abandono familiar de gran parte de estudiantes, así, la escuela se ha convertido en la guardería social; la imagen del docente ha cambiado al de la servidumbre,  generándose  el ambiente apropiado para exigirle ese tan aclamado éxito en la educación.

Algo muy contradictorio, comparado con la imagen que  tienen de los docentes en Singapur, como lo diría Thiruman, M. (2016):

Para nosotros, los maestros son como un diamante, piedras preciosas con ciertas características importantes: en el centro está la ética en la educación y alrededor, la capacidad de hacer aprendizaje colaborativo, de transformar y transformarse, de ser un líder y un gestor de la sociedad y un profesional competente. Estas son las características de nuestros profesores. Si consideramos que son una gema, los valoramos, los cuidamos y estamos pendientes de que brillen en todo momento.

Teniendo en cuenta lo anterior, se ha cuestionado la actual educación, se ha discutido de los responsables de los bajos resultados, pero el ejercicio de la enseñanza en tan diverso en cada rincón del país; cada departamento muestra un  proceso que no permite establecer la realidad del enseñar. ¿Pero cómo explicar los fracasos en resultados a pesar de las políticas adoptadas por el gobierno?  La Gobernación de Cundinamarca y el Ministerio de Educación, promulgan planes, proyectos, invierten en capacitaciones y aún se continúa en éste fango de críticas frente a lo que ha sido y es la actual educación.

En consecuencia, se podría decir que el sistema viene albergando diferentes perfiles de docente, aquel que lucha por mantener sus principios y hace caso  omiso a las dificultades, para seguir trabajando con las uñas bajo la misma presión de seguir mostrando resultados. Por otra parte, el docente, que realiza lo mínimo, pues ya considera que el sistema no amerita un mayor esfuerzo profesional, resignado a que algún día la mayor parte de las familias, se involucre en los procesos de aprendizaje de sus hijos y a que el gobierno no siga acabando con las prebendas legales.

Por consiguiente, “cómo no estar en el filo del importaculismo” cuándo el docente acorralado por el abandono parental, la presión del sistema al ser evaluado anualmente, la necesidad de implementar modelos educativos en contextos educativos difíciles, que terminan por colocar a prueba su vocación.  Por ende, el administrativo (Rector, coordinador) también presionado por el jefe piramidal, debe reducir  la perdida, la deserción, la lucha con el consumo de alucinógenos, la violencia intrafamiliar; sigue buscando estrategias con los docentes, para rescatar el mayor número de estudiantes por año, es decir, ya la escuela no es un centro de formación académica, se le siguen otorgando atribuciones en algunos casos de “correccional” o de simple “guardería”.

Sin embargo, la sociedad continua su camino, en medio de la llamada sociedad de la información, donde el rol docente sigue mutando hacia el adecuado manejo de la tecnología, aquella que se considera en el peor de los casos el enemigo acérrimo de la educación; a partir de esto, se podría analizar  una de las concepciones más representativas, de los expertos frente a lo que el docente debe ser en la actualidad,

Sin las pedagogías clásicas, las pedagogías modernas que se fundamentan en la tecnología serían un fracaso. Lo más importante de la tecnología es permitirle al profesor se dedique a lo mejor que sabe hacer: acompañar y guiar a los alumnos. Antes, el profesor tenía que dedicarse a transmitir durante una hora los conocimientos. Sin embargo, ahora la tecnología puede hacerlo muy bien, con un vídeo, por ejemplo. Esto libera al profesor y le puede permitir centrarse en las necesidades de cada alumno. No se trata de tecnologizar la escuela, sino de humanizar la tecnología. El profesor puede dedicarse a su labor más importante, que es guiar a los estudiantes, resolver dudas, asesorarlos. (Calvo, A. 2016)

Si se retoma lo expuesto, la lucha contra los paradigmas es grande, el de aquellos docentes acostumbrados a lo mismo, y el de los otros que quieren innovar a toda costa. Así, que nos topamos con aquellas situaciones absurdas, donde llega tecnología a las instituciones y no se usa por el miedo a ser dañada o simplemente, centros educativos donde llega pocos recursos tecnológicos y no sé sabe cómo utilizarla, entre otros casos. El rol del docente, sigue siendo el de aquel profesional, que realmente se siente entre la idea de lograr ser eficiente con lo poco, (que sabe o tiene) o resignarse a seguirle el juego al sistema, implementando lo que las políticas gubernamentales le dictaminen en cada programa, quedando en riesgo constante de caer este sentimiento de impotencia llamado “importaculismo”.

Quizás, en este intento de seguir construyendo modelos o de implementar otros, que propongan el adecuado rol docente y el esquema pedagógico más propicio,  se enfrenta el docente de hoy a lo más titánico de nuestra sociedad, encontrar en la gran mayoría de la población estudiantil un desinterés en la educación, el estudiante de hoy no está preparado para adoptar propuestas donde él sea el centro del proceso educativo, su adaptación está supeditada al apoyo familiar, al apoyo económico, al adecuado asesoramiento docente y a la vieja tradición de la necesidad de coaccionar para funcionar… algo que culturalmente ha sido difícil de radicar, pues esto requiere un cambio de mentalidad paulatino y que difícilmente mostrará resultados a mediano o  corto plazo. Por esto, pasarán más décadas donde nos seguirán comparando con Singapur o Finlandia, donde el maestro colombiano se seguirá esmerando por parecerse más a los de allá, buscando demostrar su competencia pedagógica, para formar hombres a la altura de las exigencias de las estructuras socioeconómicas internacionales.

En conclusión, la educación colombiana seguirá expuesta a las exigencias de las pruebas internacionales, que a pesar de no estar contextualizadas a la realidad colombiana, continuará siendo la regla de medir los procesos educativos. Los sistemas económicos internacionales, dispondrá de la políticas educativas que aún no reconocen la idiosincrasia de los pueblos, jugando con el rol del docente en la medida de cubrir sus intereses.

Por otra parte, en los círculos académicos se continuará debatiendo, la necesidad de que las instituciones educativas, se identifiquen con un modelo pedagógico, que sirva de ruta a la consecución de sus propósitos pedagógicos, tratando de emular resultados incansables, para una sociedad que difiere mucho de ser esa utopía de estructura de esquema educativo internacional.

Así, el docente, se seguirá viendo comprometido a adoptar una postura frente a los nuevos retos de la sociedad, su perfil, algo divergente a los intereses económicos del estado, se seguirá cuestionando y culpando de los aciertos y desaciertos educativos, sin llegar a tener en cuenta otros significativos factores sociales, que hacen de éste proceso algo retorico y clasista; porque sin duda alguna, el sistema educativo, está mostrando en su gran retrospectiva, que a la buena educación no se llega sin tener recursos, los “héroes” aquellos docentes, que con tampoco han logrado mejorar los niveles educativos, son luces fugases que luchan por caer en la extinción, por no estar ni cerca al filo del importaculismo.

Se podría decir, que parte del camino se centra es lograr hacer efectivo los procesos de enseñanza del estudiante involucrando la tecnología, pues, pretender apartarla de los entornos educativos, no solo es inaudito si no una lucha que está casi perdida…por lo menos en nuestro contexto social; se podría mirar, como la herramienta para apartar la apatía educativa en la que se ve inmerso el estudiante. Así, amigo maestro, aunque te sientas encarcelado por el sistema educativo, piensa que tu vocación quizás sea la última opción de aquellos estudiantes incomprendidos de nuestro tejido social.

Referencias bibliográficas:

Calvo, A. (2016). ¿Qué se debe enseñar en el siglo XXI?. Revista Semana. [En línea]  Retomado el 20 de septiembre de 2016, de: http://www.semana.com/educacion/articulo/como-ensenar/484206

Perilla, S. (2016). Este es el modelo educativo que seduce a todo el mundo. Periódico el Tiempo. [En línea] Retomado el 20 de septiembre de 2016, de: http://www.eltiempo.com/estilo-de-vida/educacion/entrevista-con-mike-thiruman-presidente-del-sindicato-de-maestros-de-singapur/16706184


Por: Mag. Ricardo Rico Guzmán.

I.E.R.D. San Antonio de Anapoima- Colombia.

 

Pareciera que cuando se habla de tradición oral, se hace referencia a viejas costumbres, que tan solo por la oralidad han logrado subsistir dentro de una colectividad. Pero, si no fuera por la imperiosa necesidad que tiene el ser humano en intentar explicar lo que lo rodea, quizás, la imaginación del hombre no hubiera prosperado tanto, a través de aquellos mitos, que ahora se consideran urbanos. Es por esto, que las “botellas de agua” se han considerado para algunos, la solución para que los caninos no se orinen en el lugar donde se ubique la botella. ¿Es mito o realidad?

De esta manera, sobreviven más costumbres como: la de coger telaraña para cicatrizar heridas de animales, el uso de las velas de cebo para tratar la pañalitis, el hecho de que una mujer embarazada no use hilos o agujas, pues se considera que puede nacer el niño con el cordón umbilical enredado en su cuello o del uso de bolsas con agua, para repeler las moscas; se podría seguir enunciando, innumerables costumbres que hasta hace poco se crían típicas de las zonas rurales.

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Teniendo en cuenta lo anterior, es fácil preguntarse, ¿de dónde surgió la idea, de que la botella de agua evita que los caninos se orinen justo en ése lugar? Esta costumbre que un día apareció en la provincia, dentro de la oralidad del ciudadano de a pie, pareciera que no tiene un origen establecido, tal vez es resultado del imaginario colectivo, como lo diría Cocimano, G. (2006) La vigencia de la cultura oral se hace evidente en las prácticas y productos de uso cotidiano entre las poblaciones desplazadas de los campos a las ciudades, en que estas últimas se han ruralizado, al mismo tiempo que los países se urbanizan. Todo esto sería comprensible, ya que, las comunidades rurales desplazadas por la violencia o por la simple necesidad de mejorar su condición de vida, han hecho que la oralidad escondida de los ancestros viaje de un lado a otro, pero todo esto sería razonable, si solo fuera aquellas ancestrales tradiciones, pero, ¿cómo se explica que en la modernidad, sigan apareciendo nuevos mitos, buscando explicar las cosas más simples de nuestra cotidianidad?.

De esta manera, la tradición oral sigue creciendo, desde una cosmovisión netamente comunal así, es que en la jerga común, se cree que el canino al verse reflejado en la botella se ahuyenta, pero es difícil de creer, pues un can tiene mejor visión de noche y le cuesta ver objetos a 30 cm, entonces, ¿cómo surge el  mito?, esto se hace inherente a la construcción propia de la cultura de los pueblos.

«La cultura de un pueblo no es algo que ya está hecho y que solo debe ser transmitido, sino algo que se hace y rehace todos los días, un proceso histórico acumulativo y selectivo sí, pero sobre todo creativo. Es en la creación donde siempre ha de ponerse el acento, pues de lo contrario se va cayendo en una concepción anquilosada de cultura como sí todo consistiera en decidir y hacer uso de un patrimonio inmutable, o casi. La creación no solo enriquece esta herencia, sino también la actualiza, adecuándola a los tiempos que corren para que dé respuestas, convincentes y eficaces a los nuevos fenómenos. Es justamente el hecho creativo que promueve el cambio cultural. Sin creación, la cultura se vuelve estática, se desvincula progresivamente de la vida real y termina convirtiéndose en una parodia de sí misma, en algo que se exhibe, no que se vive» (Colombres, 1991: 130).

Por consiguiente, se podría afirmar que en la actualidad vivimos en culturas hibridas, donde el individuo entra y sale de la modernidad, pues, emplea viejas tradiciones que siguen viviendo en esa mente colectiva, aquellas que se niegan a desaparecer por el agrupamiento colectivo, que busca sostener su identidad cultural y que  subyace en el surgimiento de nuevas, porque pareciera que la realidad del contexto, aún le hace creer al colectivo que la realidad puede ser interpretada desde sus propias creencias, a pesar de las concepciones científicas, que podrían refutar sus mitos en la mayoría de los casos.

Por ende, la cultura se seguirá enriqueciendo de aquellas tradiciones coloquiales, donde no desaparecerá  la botella de agua para evitar que los canes se orinen, donde, el agua aromática seguirá remediando dolencias, donde, los fantasmas y brujas seguirán existiendo en los pasillos de lugares; es decir, no dejaran a un lado la respuesta  a los interrogantes,  que a diario nos aquejan, de lo que no podemos explicar. El medio oral, será el camino para que persista en el imaginario colectivo, de lo que aún no se escribe como parte de una realidad, pero que sigue vivo en cada situación cotidiana de los habitantes de la Región del Tequendama.


Boito, María Eugenia (2000): La importancia de la oralidad en la cultura contemporánea. Revista Latina de Comunicación Social, 35 / Extra Argentina. Recuperado el 29/04/2016 de 2016 de:
http://www.ull.es/publicaciones/latina/Argentina2000/21 boito.htm

Cocimano, G. (2006). La tradición oral latinoamericana. Las voces anónimas del continente caliente. Araucaria. Revista Iberoamericana de Filosofía, Política y Humanidades, No 16. Pág. 23-26. Retomado el 1/05/2016 de: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2098441